Las 9 características de un buen consultor

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Las 9 características de un buen consultor

Una vez tomada la decisión acertada de contratar los servicios de una consultoría, llega el momento de comenzar a trabajar. Para que el proceso sea un éxito, se necesitan dos ingredientes fundamentales:

  • Compromiso y motivación por parte del alojamiento (propietario y equipo) para afrontar el proceso con la mente abierta para el análisis y predisposición al cambio.
  • Un consultor que tenga unas determinadas características para llevar a cabo un buen trabajo.

El consultor como cualquier otro profesional, ha de tener unas determinadas cualidades personales, además de las profesionales de partida,  para responder adecuadamente a las demandas exigidas por el trabajo. Pero, ¿cuáles son esas características?

¿Cómo saber si el consultor es un “buen consultor”?

No te preocupes, partamos de la base de la profesionalidad de cualquier persona que ofrece sus servicios como experto en alguna materia, y además, vamos a presentar las 9 características claves que deberías detectar en el consultor que tienes delante.

Las pistas definitivas para identificar un consultor bueno de verdad.

  1. Tener una amplia y sólida experiencia.

El consultor es un experto en la materia, cuenta con un amplio bagaje y conoce el sector a la perfección. Tiene las competencias y las herramientas necesarias para resolver cualquier problemática que surja o para ver las potencialidades que aún no se han desarrollado en el negocio.

  1. Saber escuchar.

La escucha activa del consultor es la base del entendimiento que debe existir entre él y el cliente y también es la mejor manera de conocer la empresa. El consultor debe escuchar y ganarse la confianza del equipo para así obtener el máximo de información fiable, esta es la base del acierto de su análisis: la información.

  1. Tener empatía.

Tener la capacidad de ponerse en la piel de su cliente es fundamental para saber por qué se tomaron determinadas decisiones, por qué se ha llegado a una determinada situación o cúal será la mejor manera de plantear las acciones a ejecutar.

  1. Ser coherente y honesto.

El consultor ha de ser coherente y honesto para comunicar al cliente las dificultades, las necesidades y los compromisos que se requerirán  para que su actuación sea exitosa. No vale “sí a todo”, el consultor ha de ser claro y trasparente con su cliente antes de comenzar el proceso de consultoría, durante la consultoría y a su marcha, dejando bien definidos los elementos para que todo siga funcionando de manera autónoma.

  1. Ser un buen comunicador.

La comunicación es la base de cualquier relación. El consultor no sólo ha de ser un buen comunicador, también debe saber comprobar que el o los mensajes son correctamente recibidos por el cliente y su equipo adaptando el lenguaje de manera que todos lo comprendan. Debe ser accesible y paciente, y explicar claramente todo aquello que necesite comunicar.

  1. Saber trabajar en equipo.

Fundamental, el trabajo de un consultor siempre va a depender del éxito del trabajo en equipo. Ha de saber organizar, adaptar, motivar, “apretar” si es necesario y felicitar siempre que se consigan los logros y avances propuestos.

  1. Tener capacidad analítica y sintética.

El consultor debe tener una buena capacidad para el análisis global y el parcial de la empresa u organización, ya que, la mayoría de las veces los problemas que se detectan no son problemas aislados, suelen ser la consecuencia de un cúmulo de circunstancias que habrá que tener en cuenta para lograr el objetivo de la consulta. El consultor debe de tener la capacidad para analizar en profundidad cualquier aspecto y a la misma vez para esquematizar, desglosar y priorizar todo lo que se derive de ese análisis global.

  1. Ser resolutivo, ofrecer más de una solución y que estas se adapten al cliente.

El consultor debe tener la capacidad, siempre que sea posible, de ofrecer más de una solución o forma de optimizar el negocio. La creatividad aquí es una buena baza. Al mismo tiempo debe ofrecer soluciones plausibles y sostenibles en el tiempo y por supuesto que se adapten al cliente y sus circunstancias, “no todo sirve para todos”.

  1. Ser un buen dinamizador.

La rutina, esa palabra tan temida cuando se aplica a cualquier relación, incluida las relaciones laborales. La dinamización y el establecimiento de nuevas estructuras organizativas y nuevas formas de comunicarse dentro de un equipo de trabajo son en muchas ocasiones un soplo de aire fresco que renueva actitudes y aumenta la motivación. El consultor ha de saber motivar y dinamizar los equipos de trabajo, esto es parte de la base del éxito de su paso por cualquier empresa. Los equipos motivados ejecutarán mejor las acciones que él incluya en sus propuestas.

Además de esas 9 características no debemos olvidar que el consultor ha de saber adaptarse los tiempos establecidos y realizar su tarea en el menor tiempo posible, quien lo contrata normalmente, suele tener prisa en resolver lo que le preocupa.

Ciertamente el consultor es una mirada externa, de alguien que además está capacitado y posee conocimiento y experiencia, alguien que aporta un cambio cualitativo sustancialmente beneficioso para quien lo contrata.

Ya tienes las pistas para identificar a un buen consultor, ahora sí, ahora puedes contratar a un consultor e identificar si tu elección ha sido acertada, ¿a qué esperas?.

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